Esfuerzo inútil

Cuando te conocí  traté de aprender a bordar, porque a ti te gustan los videojuegos. Imaginaba nuestras tardes de horas sentados sin movernos. Pero no aprendí a bordar y menos a jugar play, porque la verdad prefiero andar en bici.

Me inscribí a clases de  béisbol, porque tú eres fanático. Imaginaba nuestros domingos, tú en las gradas tomando chela y yo, en el campo lanzando bolas rápidas. Pero no fui a ninguna clase, porque la verdad prefiero cocinar pasteles en domingo.

Publiqué en Facebook que era vegana, yogi y animalista, porque tú eres un Osho en potencia. Imaginaba nuestros desayunos con tofu, vestidos de blanco y salvando mascotas maltratadas. Pero no pude hacerlo, porque la verdad amo los tacos de lengua, y soy alérgica a los gatos.

Intenté escuchar metal y dejar la leche, porque tú eres metalero e intolerante a la lactosa. Imaginaba nuestras fotos en el Heaven and Hell, pero no pude dejar las conchas rellenas de nata y la verdad, me gusta el jazz.

Pensé en decirte cosas hermosas, sentidas e inteligentes, pero me dio mucho sueño. La verdad es que me gusta como soy, y no, no te quiero engañar.