Mal Habida

Después de tanto buscarme en espejos, cielos y charcos, terminé por ser un horrible monstruo forjado de los retazos de trece seres a quienes les quité la vida. 

Me edifiqué con cada cosa que me gustaba: un brazo moreno de aquella niña, la nariz del peor payaso; el estómago de un mendigo, los ojos de un caballo viejo; tengo las piernas de una jirafa, el cabello de un enfermo mental; las orejas de mi abuelo. Me tragué los valores de un hombre honesto, tengo el corazón de una vaca, la voz de una gallina; los dientes son de mí perro, las pestañas espinas de un pescado, y la boca es de una amante sorda.

Soy un collage ermitaño. Esta belleza mal habida es poco entendida; no encontré mi lugar en esta ciudad, tampoco en la provincia, soy errante, el todo es mi casa.

Soy la mujer que siempre desee ser.








Comentarios

Entradas populares