Cuervo azulino

Necesito decir mi nombre, que todos ustedes me llamen por mi nombre. No me llamo amiga, buena, amable, confiable, usable, o abusable, no, yo no me llamo así. Necesito vocearme como pérdida de mi misma. 

¡Alto peces de agua turbia! no confundan mi bondad y buena voluntad con tela blanca de donde cortar. Porque yo soy un cerezo matutino, un pájaro en flor, un cuervo azulino.

Maltrecha, con las plumas del corazón marchitas dejó el nido, lo anuncié, aquí no hay pérdidas, porque lo mío era gratuito, estas golondrinas nunca volverán. 

Necesito decir mi nombre porque aprendí que cuidar al otro es un acto azaroso de buena voluntad. Como tal, su único bienestar es lo que aprendo de mi en él..

Llámame por mi nombre, yo me llamo Guerra, amable guerra que transforma y acaricia, pero sábete que soy pasajera, nómada infinita.

Soy un ejército de voluntad escondido en un emocional caballo de troya impuntual, que no habla  inglés y sufre fiebres. Mis defectos son los distractores para la valoración equívoca del indigno de lo humilde y sencillo.

Soy un árbol de cerezo, un cuervo y un pájaro que solitario trina colgado de una nube a la que nunca se llega tarde.


Comentarios

Entradas populares