Recuerdo del Jardín Cebú ¡córrele! ya esta la piñata, pasa y rómpela, sin llorar. Lavadora ahorradora

 

País paisaje carita, cara loco local de mi corazón, fuego ardiente naranja de cara azul, sweater de pestañas rojo ladrillo, es la danza en el Jardín Cebú. Abrazos a la bailarina de pelo corto que bailó mejor que todas, porque no tiene ego ni etiquetas, porque se quema. Tamales con salsa morita, cabello caballo rubio, flaco sudor, agrio invisiblemente morado, llueves en flores, llueves floreces.  Me digo cállate cabello gris, cállate río en mi cabeza. Hablas flaco como la cebada, te mueves como la cebada en verano, eres una cebada en flor, flor de nieve vienes. ¿Vienes de dónde? ¿De dónde vienes? Vamos al fuego acercándonos, más cerca, hasta las piernas, me quema calientito me abraza, abrázame en tus brazos brazas tibias, el fuego quema y hechiza, el calor se siente bien, el calor se siente bien en un cuerpo tibio que no tiene frio.


Dum dum dum...vacuna, mensaje: voy a regresar, voy a regresar. Pensamiento: Ven, ven, ven en tu mar en tu canoa polinesia, ven a seguir nuevas estrellas, ven, ven al fuego, acércate al fuego.  Cuando regresaste a la nieve bajo la lluvia de marzo  me alejé del fuego, no miré atrás o adelante, solo me alejé, pensé que me alejé, pero no tanto. Confidencia: a veces siento que lo traigo dentro. Ayer casi me quema, aunque no tanto, me dispararon balas de color amarillo solo por ser mujer y estar parada frente a un muro de miedo patriarcal, me dispararon gas que quema la cara, dispararon falso fuego que ahogaba la boca, pero no dejé de respirar vida en presente continuo, quería llorar, gritar, correr, golpear, quemar, romper, tirar. No se va a caer, lo vamos a tirar, nos queremos vivas, todas, vistamos como vistamos, estemos en donde estemos. Esto es estar viva, viva cerca del fuego, ven, ven a jugar mariposa morada, delgada espiga amiga de dorada llama, con tus ojos de agua, tu sonrisa vapor, tu calma vapor y tu cabello cascada. Estás lejos y yo no, yo siempre estoy aquí, aquí, aquí parada en el centro de nada, pero es mi centro, aunque a veces me tambaleo y a veces siento que soy un engaño, que soy que parezco, pero no soy. Soy niebla, tantito me encierran, me nombran, pero yo me voy, me voy de mí. ¿Así, a qué me agarro? ¿Espiga dorada, a qué me agarro? ¿A qué? Tú te agarras del vidrio, de tus pasos, de tu nieve y tus sombras juguetes de colores, quien sabe de qué te agarres. Ojalá vengas pronto para quemarnos cerca del fuego y convertir el mundo en el Jardín Cebú, quemarnos callados, bailando en llamas. Llama azul ¿Qué color soy? ¿Qué color dirías que soy? Te voy a preguntar ¿me contestarás? Pausa para preguntarte que color soy...


El celular no tiene batería. ¿Qué color eres? No sé, me veo sin verme, me da nausea la conciencia de mí, en esta nueva casa con tanta luz siento mi estómago y mi pie, la muñeca y el dedo, soy roja, brota un rojo, nausea, brota un violeta y me duele el dedo, soy dorada como ámbar, soy negro, me sube por la garganta, ese color me dolió, soy turquesa, lo vi tras de mis ojos, la garganta me quema, soy café tostado, caracol caracolillo, dame un latte con espuma, soy azul tan claro que no se sabe, soy un profundo dolor en el estómago que parece azul de Prusia, soy un color en la frente que se siente naranja, soy luz y oscuridad ¿un gris? No sé, detesto que no pueda preguntarte qué color soy, detesto mi celular descargado, pero no me quiero estirar a conectarlo.  Pum pum pum ¿Vecina qué haces? Perdiendo el tiempo no siendo productiva, jugando a la que escribe y piensa que lo que tiene que decir es muy importante, ¿Importante para quién? por favor,  run run run la calle viva, tenga el martillo vecino.


Pensamiento: ¡Ginés, revisa esto que estoy escribiendo! No, ya se que no estoy en el taller. Ginés, no te cambies de Skype a Zoom solo por la alumna problema esa. 

Me dolió la cadera, pum pum pum el vecino instala su tv, clavan, clavan, clavan. Me truena el cuello, a veces siento nausea, no sé si es que tengo el chacra no sé qué bloqueado, o es la mini bola que está en mi garganta y que decreto que no crezca, porque, aunque la mamá de mi papá es eso, no es mi abuela, así que yo no voy a heredar su silencio convertido en cáncer de tiroides, lo aseguro. Yo sé bien lo que traigo en las venas, y no es ese silencio suyo señora, de aguantar nueve hijos odiosos y un esposo que quién sabe qué sería, porque no me creo las mentiras de la familia, no señora Teresa mamá de mi papá, yo no traigo su miedo en mi carne, yo renuncié a ustedes, lo siento. Hierve el agua, té de hinojo.


Catarina roja, Catarina verde, abuelito te extraño, llévame a juntar habas al campo para que se me llenen las calcetas de espinas y me piquen y yo llore sin lágrimas para seguir jugando. Extraño a mi abuelito que era tan grande como una puesta de sol, mi abuelito cargaba el cielo al atardecer, sostenía las nubes. No sé qué será mi abuelito para otros, me vale, para mí era eso, el señor que cargaba el cielo y punto. Cállate tonto, no eres mi abuelito. Mi mamá me va a regañar, pero mamá, hay que ser valientes, que la vida son dos días y ya pasó uno y medio, tengo un amigo que es una ola que se rompe en la espalda de España. Recuerdo: el Pulparindo me sabe a pura sal, pero me gustan los Pelonpelorico mini porque traen bien poquito.

¡Córrele! Ya está la piñata, pasa y rómpela, sin llorar. Memoria. Reto. No quiero que me importe lo que la gente piensa de mí, siempre quise que me dejaran en paz, ahora debo querer que no me importe si no me dejan en paz, no quiero pensar en ellos, dicen que se llama madurar. La tele del vecino recién instalada anuncia que el Cutzamala ya no tiene agua. ¡Qué calor!  no puedo creer que haya gente defendiendo al sol aunque tengan sed. No gasten su agua, hay que usarla para enviar cartas y despedirse de los que aún no vendrán, llenar de saliva los sobres del palacio postal. El Cutzamala se volvió una tapa de retrete blanca. Tengo nueva diosa lavadora de la que soy fanática adoradora porque es verde ahorradora. Hoy me puse un vestido de flores, ayer una camisa de cuadros, te vi cuando me miras, detente, niebla ultramar transbordando con destino al fuego estación terminal deseando que vengas amigo, palabra significante inquietante, chicle motita amarillo rosa burbuja que crece, hace ¡bum! y se rompe.


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